Los bebés que se chupan el dedo

Que un bebé se chupe el dedo es muy común hasta los seis meses de vida, la costumbre debería ir reduciéndose paulatinamente hasta desaparecer de manera natural pero, en muchas ocasiones, el apuro de los padres por superar esta etapa termina por generar una especie de “lucha de poder”, donde el pequeño continuará haciéndolo.

Luego de cumplidos los cuatro años, según los expertos, el quince por ciento de los niños aún continúan chupándose el dedo. La parte positiva de esto es que ya cuenta con la edad suficiente como para comprender los daños que esta práctica le puede producir.

Sin asustarlo, deberás explicarle que si se chupa el dedo sus dientes no crecerán adecuadamente y que también podría lastimarse el dedo. También puedes apelar a premiarlo si logra ir dejando el hábito, pero nunca deberás avergonzarlo en público por tener esa práctica.

Un gran inconveniente con el que se toparán es que el niño involuntariamente continuará chupándose el dedo por las noches; una solución para esto sería colocarle algún tipo de sustancia amarga en el dedo, no como castigo, sino como una “batalla” que están llevando adelante de manera conjunta y que merecerá una recompensa ante cada avance.

Finalmente, acudir a un dentista especializado en niños, para que le explique mejor la situación puede llegar a ser una muy buena idea y en él encontrará un excelente asociado para encontrar una solución sin afectar al pequeño.

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