Hablar de la fragilidad de los bebés puede ser innecesario para muchas personas, pero no siempre se contempla que los cuidados excesivos pueden retrasar el normal desarrollo de éstos porque no necesitarán generar determinadas defensas o mejorar sus habilidades. Es esto lo que ocurre por ejemplo con los músculos del cuello.
Habitualmente todos aquellos que entran en contacto con un bebé, sobre todo si este es un recién nacido, tienden a sostenerle la cabeza ante el temor de que se vaya para atrás. Sin dejar de hacer eso, es recomendable además comenzar ejercitar los músculos del cuello del bebé para que pueda mantener la cabeza erguida por sí solo.
Un buen ejercicio para producir el desarrollo muscular del cuello del bebé es el siguiente: coloca al pequeño de medio lago y luego, sosteniéndolo por el tronco con las dos manos, levántalo lentamente. De esta manera evitarás que la cabeza se vaya violentamente hacia atrás y estarás estimulando la zona para que los músculos cumplan con su función.
Otra alternativa interesante para ejercitar el cuello del bebé es acostarlo boca abajo dejando que él se esfuerce por levantar la cabeza. En cualquiera de los dos casos, o algún otro que conozcas, no abuses en las repeticiones porque esto podría producir el cansancio del pequeño.