De acuerdo a los resultados de un estudio efectuado por profesionales del Hospital Universitario Stravanger de Noruega, la falta de sueño que habitualmente padecen las mujeres después del parto y que se suele atribuir a la presencia del bebé, en realidad puede deberse a un cuadro depresivo.
La investigación, que fue dirigida por la psiquiatra Karen Dorheim, establece que la depresión posparto puede agravar los trastornos del sueño en aquellas mujeres que ya presentaban este tipo de inconvenientes, al tiempo que sugiere que estos problemas pueden ser un síntoma de depresión en sí mismos.
Los resultados del estudio aparecen publicados en la última edición de la revista Sep e indican que muchas veces las mujeres que acaban de dar a luz no consiguen identificar la presencia de una depresión posparto, aunque la falta de sueño y la sensación de cansancio pasen a ser moneda frecuente en sus vidas.
Actualmente la depresión posparto se ha convertido en una de las enfermedades más frecuentes, llegando a afectar a una de cada diez mujeres que acaban de dar a luz. La mayoría de los casos comienzan a manifestarse durante el primer mes posterior al nacimiento del bebé y, muchas veces, puede extenderse hasta el sexto mes de vida de éste.
Según Dorheim aún queda pendiente establecer la relación que existe entre la depresión posparto y los importantes cambios hormonales que se producen en la mujer al quedar embarazada y luego del nacimiento del bebé.