Contrariamente a lo que se creía hasta ahora el síndrome del “nido vacío”, que se presenta en los padres luego de que sus hijos deciden independizarse, no tiene por qué tener sólo efectos negativos, al contrario puede convertirse un momento ideal para que el matrimonio se redescubra como pareja.Por lo menos eso es lo que afirma un grupo de psicólogos de la Universidad de California, los que llevaron adelante un estudio donde se recabaron datos sobre la satisfacción a nivel matrimonial de un importante número de mujeres, las que fueron analizadas desde que cumplieron los cuarenta años y hasta que ingresaron a su sexta década de vida.
Los resultados fueron contundentes, resultaron más satisfechas con su vida matrimonial aquellas mujeres cuyos hijos habían abandonado el hogar. Cabe destacar que no se debe reducir esta situación a un aumento en la cantidad de tiempo que se pasa con la pareja, ya que resulta muy importante cómo sea aprovechado y que genere un disfrute para ambos.
Más allá de los resultados positivos, Sara M. Gorchoff, una de las psicólogas participantes en el estudio, se apresuró a indicar que no se debe deducir con esto que es mejor “echar” a los hijos del hogar lo antes posible para que el matrimonio mejore, esto puede ocurrir aún con estos en casa programando momentos que resulten agradables para la pareja.