Las empresas que elaboran productos que funcionan como complemento de las dietas bajas en calorías que recomiendan los médicos, deberán aportar suficiente evidencia científica sobre su funcionamiento, según lo establece la nueva Ley de Seguridad Alimentaria que fue aprobada por el Gobierno de España.Desde ahora, todos aquellos productos que se promocionen como útiles para disminuir la sensación de hambre o aumentar la percepción de saciedad, deberán probarlo científicamente pero utilizando un mensaje lo suficientemente claro como para que pueda ser entendido por el consumidor medio.
El control del correcto acatamiento de la Ley estará a cargo de la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea, la que recordó que continuará prohibido hacer públicos anuncios donde se mencione cuánto peso perderán las personas que consuman un determinado producto, tratando de evitar trastornos nutricionales.
Procurando garantizar la salud de la población la nueva Ley de Seguridad Alimentaria también impulsará la reducción de la concentración de grasas "trans" en los alimentos; la disminución del consumo de sal; planes de apoyo a personas con alergias, celíacos y difundiendo la importancia de la lactancia materna; por otro lado, se buscará prevenir los riesgos biológicos en la alimentación o debido a la exposición a agentes químicos o contaminantes.
La nueva Ley de Seguridad Alimentaria comprende una estrategia integral donde colaborarán ocho Ministerios, los que serán coordinados por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.