Posiciones encontradas despierta en los profesionales médicos el denominado bypass gástrico, cuyo nombre real es cirugía bariática y que ha cobrado mucha popularidad a raíz del pasaje de muchas personalidades famosas por el quirófano para realizárselo.Aquellos que están a favor del bypass gástrico aseguran que los riesgos derivados de la operación no son más altos que en otras cirugías y que sólo se presentan complicaciones en menos del 3% de los casos.
De todas maneras aclaran que es necesario agotar todas las alternativas posibles antes tomar la decisión de enviar a un paciente a que se efectúe un bypass gástrico. Esto significa en casos de obesidad extrema o donde el índice de masa corporal es superior a 40.
Según los especialistas que apoyan la realización del bypass gástrico, con esta operación no sólo se consigue que el paciente experimente una reducción de peso sino que también se disminuyen los riesgos de padecer otras enfermedades asociadas con la obesidad, tal el caso de la diabetes o la hipertensión.
Sin embargo, profesionales que fueron entrevistados por el diario La Nación de Buenos Aires indicaron que la cirugía es apenas el puntapié inicial del tratamiento contra la obesidad, ya que luego es necesario el compromiso del paciente a adoptar un nuevo estilo de vida.
Por otro lado, quienes se manifiestan en contra del bypass gástrico, entre ellos el doctor Máximo Ravenna, indican que dicha operación “mutila el único órgano sano que tiene un obeso”. Pero eso no es todo, también se corre el riesgo de que el paciente reemplace su adicción por la comida por otro elemento, que bien puede ser el alcohol o el uso de la violencia, entre otros.
Este interesante debate, que va más allá de los profesionales de la medicina e incluye a toda la sociedad Argentina, se da a raíz de la aprobación de la llamada “Ley de obesidad”, cuya implementación representará un gran desafío para las autoridades locales.