La mujer y la anorgasmia

Las mujeres pueden padecer diversos tipos de disfunciones sexuales pero, entre las más comunes se encuentran la falta de deseo y la Anorgasmia. Éste último caso implica la inhibición persistente y recurrente del orgasmo, el que no puede ser alcanzado aún después de una adecuada estimulación.

La Anorgasmia puede ser causada por una variada cantidad de factores, que van desde alteraciones, enfermedades o traumatismos en la zona genital, hasta la utilización de fármacos que puedan afectar el normal funcionamiento del organismo o la presencia de enfermedades neurológicas, endocrinológicas y ginecológicas, entre otras.

Párrafo aparte merecen las causas psicológicas que inciden en la Anorgasmia, ubicándose entre las más comunes: falta de información adecuada sobre la sexualidad; las experiencias sexuales negativas; las condiciones culturales; la monotonía y el temor a perder el control sobre la conducta y los sentimientos al momento de tener un orgasmo.

La medicina ha establecido diferentes tipos de Anorgasmia, agrupadas de la siguiente manera: Anorgasmia primaria (mujeres que nunca han experimentado un orgasmo); Anorgasmia secundaria (mujeres que solían experimentar orgasmos y dejaron de hacerlo); Anorgasmia absoluta (implica la incapacidad para alcanzar un orgasmo); Anorgasmia relativa (mujeres que pueden llegar al orgasmo sólo mediante algunas prácticas específicas) y la Anorgasmia situacional (mujeres que pueden tener un orgasmo sólo en circunstancias determinadas)

Existen diversos tratamientos para combatir la Anorgasmia, cuya efectividad alcanza al 95% de los casos. Para comenzar el proceso de recuperación y disfrutar de su vida sexual en plenitud es fundamental consultar con el médico de confianza, con el fin de determinar de qué tipo de Anorgasmia se trata y cuál será la mejor manera de superarla.

 BUSCAR EN GOOGLE