Dormir una siesta ayuda a tener emociones positivas

De acuerdo a una investigación llevada adelante por la Universidad de California en Berkeley dormir una siesta puede llegar a mejorar la sensibilidad del cerebro a las emociones positivas, porque éste no mantiene una estabilidad a lo largo del día y da paso a los “cambios de humor” tan habituales por estos días.

El estudio establece que las personas que logran alcanzar la fase REM (movimiento rápido de los ojos) durante una siesta pueden refrescar la sensibilidad empática del cerebro, lo que hace que se puedan evaluar las emociones de una manera menos negativa.

Cabe destacar que la presente investigación habla de siestas cuya duración se sitúa entre los sesenta y noventa minutos, como una forma de poder llegar hasta la fase REM, lo que luego aumentará la receptividad de las personas ante expresiones faciales felices, luego de dormir.

Para el director de la investigación, Ninad Gujar, los hallazgos permiten concluir sobre la importancia que tienen las horas de sueño para la correcta realización de los distintos procesos cerebrales, sobre todo aquellos que resultan claves porque afectan la interacción con otros individuos.

Del estudio de la Universidad de California han participado más de treinta personas (mujeres y hombres) a quienes se les solicitó que pusieran puntaje a cuatro categorías de rostros afectivos donde se incluía la tristeza, el miedo, la felicidad y la ira. Las pruebas fueron efectuadas en dos momentos, al mediodía y luego a las cinco de la tarde.

Aquellos participantes que tomaron una siesta de más de una hora se mostraron más estables emocionalmente y reaccionaron mejor al momento de volver a interactuar con otras personas.

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