Entre las muchas modificaciones físicas que sufren las mujeres embarazadas durante la gestación se encuentra la del ombligo, que sale hacia afuera. Esto generalmente se produce en el octavo mes de embarazo, debido a que la barriga está muy abultada y las paredes del abdomen están recibiendo una gran presión.
Durante el embarazo el ombligo se convierte en una zona muy delicada, a medida que el empuje desde adentro aumenta, se irá hinchando y terminará sobresaliendo.
Los cambios mencionados pueden ocasionar molestias y dolores en el ombligo de las embarazadas y esa zona en general. Habitualmente no deberían generar preocupación, ya que solo duran un tiempo, más precisamente hasta que el ombligo se acostumbra a soportar esa presión, al tiempo que tú también consigues asimilarlo.