Bebés atragantados y cómo solucionarlo

De acuerdo a cifras oficiales, en los Estados Unidos, el sesenta por ciento de los casos de muerte accidental de bebés y niños pequeños se produce por atragantamiento, motivo por el cual los pediatras de ese país han iniciado una campaña para que los alimentos (y juguetes) que puedan resultar potencialmente peligrosos lleven etiquetas con advertencias de seguridad.

Mientras eso ocurre siempre es bueno tener a mano algunas recomendaciones sobre qué hacer si el bebé se atraganta o bien cómo evitar que eso ocurra. Antes que nada considera que el tamaño de cada bocado debe estar adaptado a la edad del pequeño (incluso aplastando la comida, en caso de ser necesario); éste debe poder masticar cada porción con facilidad y, lo más importante, asegúrate que esté quieto y bien sentado mientras come.

Si el bebé se atragantó, puedes emplear el siguiente método para tratar de que expulse de sus vías respiratorias el elemento que las está obstruyendo: con la palma de la mano efectúa golpes suaves en su espalda. Si el pequeño tiene más de un año puedes emplear tu puño para hacer compresiones rápidas en la zona central del abdomen, más precisamente por debajo de las costillas. A dicha técnica se la denomina “maniobra Heimlich”.

Es probable que el bebé respire correctamente pero que tosa reiteradamente; en este caso lo ideal es dejar que él mismo continúe con ese procedimiento hasta solucionar el atragantamiento; no es recomendable que intentes extraer con los dedos el objeto o alimento a menos que sea fácilmente alcanzable porque, de lo contrario, lo podrías empujar aún más hacia adentro.

En cualquier caso, si el problema no se soluciona rápidamente lo más recomendable es acudir al servicio de urgencias lo antes posible.

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