De acuerdo a una investigación efectuada por un equipo de la Universidad Wilhelm de Münster (Alemania), que fue publicada en la revista "Proceedings" de la Academia Estadounidense de las Ciencias, las caras de los bebés logran despertar sentimientos de felicidad en las mujeres porque interpelan el centro de gratificación del cerebro femenino.
El estudio fue encabezado por Melanie Glocker y Norbert Sachser, ambos neurocientíficos, quienes efectuaron una serie de pruebas mediante las cuales pudieron identificar la región del cerebro de las mujeres que se activa al observar la cara de un bebé.
Según Glocker, con estos resultados se ha podido dar una explicación neurofisiológica al impulso que tienen las mujeres de ocuparse de todo lo que luzca como un bebé. Para poder hacer se emplearon fotografías de bebés donde se resaltaban o minimizaban los rasgos característicos, tal el caso de los ojos grandes, la frente alta y una cabeza esférica.
Al mostrarle a las mujeres las imágenes donde se acentuaban los rasgos infantiles, se pudo detectar el momento en el que se activaba el centro de gratificación del cerebro y que motivan una conducta asistencial, más allá del grado de parentesco que pueda existir con el pequeño.
Aunque el estudio estuvo centrado en mujeres, los investigadores consideran que un proceso similar puede producirse en los hombres.