El consumo en exceso de bebidas azucaradas durante el embarazo puede ser riesgoso, según publicó la Agencia Andina de Perú tras entrevistar a una de las responsables del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital Nacional Madre Niño San Bartolomé. Daniela Armas Aranda indicó que la lista de bebidas cuyo consumo debe moderarse está compuesta por gaseosas, jugos de frutas, néctares y bebidas hidratantes, entre otras.
Son varios los motivos por los cuales las mujeres embarazadas deben reducir el consumo de bebidas azucaradas, entre los principales se encuentra el aumento de peso, que deriva en presión alta, diabetes, eclampsia (daño al endotelio materno, riñones e hígado), y preclampsia. Todas son reconocidas como las complicaciones más habituales y a la vez peligrosas que se presentan durante el embarazo.
Si el proceso iniciado por el consumo excesivo de bebidas azucaradas continúa, tanto la embarazada como el feto pasarán a poner en riesgo sus vidas, llevando muchas veces a los nacimientos prematuros y bebés con bajo peso. La eclampsia también puede producir convulsiones en las embarazadas, hasta el punto de acabar con la vida del feto y su madre, según Armas Aranda.
La profesional expresó que las mujeres que han decidido ser madres deben comprender que eso representa una gran responsabilidad y que conlleva una serie de cuidados previos, durante y después del embarazo, para poder tener un bebé fuerte y sano. Esto se logrará preparando adecuadamente el cuerpo de la futura madre brindándole nutrientes (lípidos, carbohidratos y proteínas) y micronutrientes (ácido fólico y hierro), en los meses previos al embarazo.
La nutricionista Daniela Armas Aranda aconseja a las mujeres embarazadas que consuman frutas con alto contenido de agua, tal el caso de las sandías, las piñas, los melones y las papayas, con las cuales podrán aplacar su sed.